Vamos a empezar por reconocer que somos muy pocos los que en nuestras bicis de fibra de carbono llevamos timbre. Ni en la bici de carretera, ni en la de mountain bike ni en la de gravel. No será por el peso que nos aporta, que son apenas unos gramos, sino seguramente porque no "pega" con la estética que queremos para nuestra bici. Pues los ciclistas que no llevamos timbre en la bici tenemos que ser conscientes de que es un un accesorio obligatorio en la bicicleta como ha recordado ya en numerosas ocasiones la Dirección General de Tráfico. Si nos para la Guardia Civil y circulamos en bicicleta sin el timbre obligatorio nos vamos a encontrar con multa de 80 euros.
UNA SOLUCION: EL TIMBRE INVISIBLE
Lo cierto es que ponerle a una bicicleta moderna y ligera un armatoste en el manillar... como que no pega mucho, por eso hay pocos usuarios que se lo instalan, así que nos gustó descubrir este discreto, ligero (18 gramos) y estridente (90 dB) timbre invisible, que es ideal para avisar al resto de usuarios del camino o de las calles de nuestra presencia de una forma amable, sin tener que dar un grito o hacer ruidos raros. Se instala con mucha facilidad en menos de 3 minutos, simplemente aflojando un tornillo y se acciona con el pulgar, si lo pones con la palanquita hacia atrás, o con el índice si lo pones con la palanca por delante. Está disponible en seis colores y cuesta poco más de 9 €.