Mantenimiento
1 La cadena debe estar siempre bien lubricada, pero si está muy sucia antes hay que limpiarla con desengrasante y un trapo para evitar que la suciedad la desgaste antes de lo deseado.
2 Podemos utilizar un cepillo para desincrustar con eficacia la suciedad. Tras la limpieza, aclararemos los restos de desengrasante, aceite usado y suciedad con un chorro de agua sin presión.
3 También tenemos la opción de quitar los restos con un trapo. Quedará peor que con agua, pero no será necesario esperar varias horas a que se evapore.
4 No recomendamos quitar la cadena para limpiarla, ya que implicará desmontar el eslabón de cierre y los fabricantes no garantizan su reutilización. Tampoco si usamos un pin de cierre.
5 Una vez limpia, la lubricaremos echando una gota en cada articulación. Un exceso de aceite atraerá el polvo y la suciedad, además evitaremos tener que desengrasar la cadena con frecuencia.
6 Para que el aceite pueda penetrar bien en el interior de los bulones, daremos unas cuantas pedaladas. Después retiraremos el exceso con un trapo, pero sin insistir.
Revisar el desgaste
1 Para verificar el desgaste de la cadena y poderla cambiar a tiempo para evitar que acorte la vida del casete y los platos, usaremos un útil que nos indicará cuánto se ha estirado.
2 Entre todas las opciones disponibles -incluso se puede medir la cadena con un calibre- preferimos el TL-CN42 de Shimano, más fiable gracias a que un apoyo queda encajado en el eslabón.
3 Tras fijar con suavidad un extremo del útil, dejaremos caer el opuesto sin forzarlo para ver cuánto se introduce en el eslabón. Así es como quedará cuando la cadena sea nueva.
4 Si un extremo del medidor queda totalmente oculto en el interior del eslabón -dejando el útil paralelo a la cadena- entonces ha llegado al ¬ n de su vida útil y debemos cambiarla.
5 En este caso se encuentra a medio uso, por lo que podemos echar cuentas sobre cuántos kilómetros quedan para el reemplazo. Recomendamos medir en varios tramos de la cadena.
6 Además de revisar el desgaste, también comprobaremos uno a uno si algún eslabón está doblado o si al moverlo va duro. Poniendo más atención en el eslabón o pin de cierre.
Sustitución
1 Si la cadena vieja la hemos instalado con un pin de cierre, entonces utilizaremos el tronchacadenas. Destensar la cadena poniendo el plato y piñón pequeños facilitará la tarea.
2 Con un alicate específico para desmontar eslabones de cierre -como el VAR CH-06300 que hemos utilizado- quitaremos la cadena en caso de haberla montado con este sistema.
3 Para conocer la longitud de la cadena nueva podemos usar como referencia la antigua, siempre que estemos seguros de que ésta tenga el número de eslabones correctos.
4 Si no estamos seguros, ponemos el plato grande y el piñón pequeño para comprobar si al trazar una línea entre los ejes de las roldanas del cambio, esta queda perpendicular al suelo.
5 Otra opción, aunque preferimos la anterior, consiste en montar la cadena en el plato y piñón grandes -sin pasar por el cambio- y a la longitud resultante le añadimos dos eslabones.
6 Tras averiguar la longitud correcta, quitamos los eslabones sobrantes fijándonos en el punto exacto donde cortar si utilizamos un eslabón de cierre o un pin para montarla.
7 A la hora de montar la cadena nueva, hay que comprobar en qué posición -sólo hay dos- debemos ponerla para que la unión sea la más resistente. En este caso, si usamos un pin de cierre.
8 En la posición recomendada por el fabricante, instalaremos el pin de cierre con la ayuda del tronchacadenas. Desechamos la parte terminada en punta que nos sirvió de guía.
9 Si utilizamos un eslabón de cierre, hay que buscar la echa que indica la dirección que seguirá la cadena al pedalear, es decir, el sentido de las agujas del reloj.
10 Instalar el eslabón de cierre es muy fácil e intuitivo, sólo debemos enfrentar las dos mitades -idénticas- y encajarlas por los orificios más cercanos a la parte central del eslabón.
11 Para encajarlo en su posición definitiva, hay que dejar el eslabón de cierre entre el casete y los platos para después dar una pedalada mientras accionamos el freno trasero.
12 Escucharemos un “clac" como prueba, pero no está de más echar un vistazo y comprobar que ha quedado bien asegurado. Los cambios deberían funcionar sin problemas.