Si los pedales son relativamente nuevos, 1-2 años, un engrase externo habitualmente soluciona los problemas de chirridos o crujidos, pero si tienen algo más de edad hay que valorar el desgaste de las calas.
Al caminar con las zapatillas suelen apoyar en el suelo y se van desgastando. También de las pequeñas fricciones entre las calas y las fijaciones del pedal al pedalear, de hecho, las calas están hechas de un material más blando que las fijaciones precisamente para eso, para que bajo esa fricción sean ellas las que se desgastan y no las fijaciones del pedal. Así la reparación, en caso de holguras o crujidos, pasa por poner unas calas nuevas (algo económico) y no cambiar todo el pedal.
Resumiendo: revisa el apriete de los tornillos de calas y fijaciones del pedal, realiza una limpieza externa de todos los elementos (incluidos muelles) y rocía resortes y fijaciones con un aceite fino, no con grasa (no queremos que la arenilla se quede pegada). Las calas no es necesario lubricarlas, sólo serviría para atrapar suciedad al caminar.