No es un recorrido técnico y es ideal para un principiante o alguien que quiera un itinerario realmente fácil.
Partiendo del puente de Torroella de Montgrí sobre el río Ter, una ruta de tierra muy llana serpentea en su mayor parte por el río Ter y entre infinidad de árboles frutales. Pedaleamos por una superficie bastante plana y fácil, pero no debemos olvidar echar una mirada al macizo del Montgrí detrás de nosotros.
Después de unos 12 kilómetros, o poco menos de una hora si nos lo tomamos con calma, cruzaremos la carretera principal para entrar en Jafre y detenernos a tomar una cerveza y bocadillos en El Birrot.
Con el combustible restituido, volvemos a cruzar la carretera principal y regresamos a la pista que cruza el Ter por la Presa de Colomers. Una vez que lo hayamos atravesado, nos encontraremos con una pequeña subida (muy leve) entrando en Foixa, pero con el combustible adecuado, esto no será un problema. Después de otros 10 kilómetros más, llega a la segunda parada: Dos Kiwis, donde podremos recuperarnos de esa subida realmente fácil si es necesario.
De Rupia a Casavells, bordeando unos cerros de La Bisbal en una combinación de pequeños caminos y pistas de grava, llegaremos a Peratallada, un precioso pueblo medieval llamado así porque la mayoría de las casas están construidas en piedra. Buen sitio para tomar un descanso si lo necesitamos: hay muchos bares, terrazas y restaurantes pintorescos para elegir.
Desde Peratallada nos dirigimos hacia Gualta, primero por una pequeña carretera y luego por el tramo más pedregoso del camino. En este tramos es muy importante detenernos para disfrutar de las mejores panorámicas sobre la comarca del Empordà alrededor del Aeródromo de Llabia.
En Gualta, podemos admirar un puente de arco abovedado del siglo XVI que cruza el río Daro, pero no es necesario que lo crucemos, ya que estamos casi de regreso al punto de inicio una vez que hayamos pedaleado junto al río y de regreso al puente de Torroella.
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